Presentación de libro
Jerónimo Obispo, un hombre entre los hombres
Jerónimo Obispo, un hombre entre los hombres
de Clelia Luro
Miércoles 15 de Junio
18:00hs
Casa Nacional del Bicentenario
Riobamba 985
Estela de Carlotto
Raúl Zaffaroni
Juan Gutiérrez
Clelia Luro
Fabián D’Antonio
entre otros panelistas
Síntesis
El Libro “Jerónimo Obispo: Un hombre entre los hombres” es una Autobiografía.
Cartas, análisis, escritos, conferencias numerosas grabaciones y videos, recogidos durante los 33 años de vida compartida, forman parte de un archivo muy valioso en este libro.
Jerónimo Podestá contaba que mientras conducía rápido en su auto, levantó una polvareda de un camino de tierra sobre dos viejitos que iban caminando. Frenó, dio marcha atrás y les dijo: “-¡Perdónenme por la tierra! Siéntense a la sombra que enseguida vuelvo a buscarlos y los arrimaré las dos leguas que les quedan por delante ¡ya vuelvo!”- Una vez me lo contó así: “,,,a esos dos viejitos los puso Dios en mi camino; porque allí dio un vuelco mi vida y sentí mi vocación sacerdotal…”.
Después de los estudios en el Seminario y de la ordenación sacerdotal, estudió Derecho Canónico en Europa; a su regreso se volcó a la enseñanza y a actividades pastorales en La Plata. Promovido a Obispo por el Papa Juan XXIII a la fabril Diócesis de Avellaneda, entre otras acciones pastorales, aborda la experiencia de “curas obreros”,
En 1966 Jerónimo difunde en varias zonas del país la Encíclica Populorum Progressio, profundamente revolucionaria para aquellos años. Su prédica provoca el nerviosismo del General de turno Juan Carlos Onganía, quien, en combinación con el Nuncio Apostólico consigue hacer que Roma pida su renuncia a la Diócesis de Avellaneda.
En esos difíciles momentos el encuentro con Dom Helder Camara que apoyó nuestra vida juntos marcaría misteriosamente para siempre nuestro camino.
La enorme actualidad de los aportes de Podestá y la huella dejada por su accionar son rescatados en este libro para ponerlos a disposición de las generaciones futuras como contribución a la Construcción Nacional y a la Memoria Colectiva.
Permanentemente les ha escrito a los Papas que se fueron sucediendo durante las diferentes Dictaduras Militares Argentinas expresándoles el dolor que le causaba el silencio cómplice de la Iglesia romana y de muchos obispos y sacerdotes argentinos frente a los horrores y violencia causada por los dictadores al pueblo argentino, haciendo desaparecer a una entera generación.
Su participación en primera persona en la construcción de un movimiento latinoamericano y en particular argentino, en pos de contribuir a la vuelta a la democracia, está documentada, entre otras, con la correspondencia con el General Perón.
Podestá fue un acérrimo defensor de los derechos humanos, no lo acallaron ni las amenazas de muerte, ni la soledad a que lo sometió la mayoría de los Obispos y sacerdotes argentinos, ni su propia familia, ni la suspensión "ad divinis" que le aplicó el Papa Paulo VI y ni siquiera los amargos años del exilio. Su prédica y su testimonio siempre estuvieron presentes.
En 1985 llegó a Ariccia - Roma- al Congreso Internacional de Sacerdotes Casados, que pedían además de un celibato optativo, una Iglesia más abierta al mundo y más fiel al Evangelio. ¡Por fin había encontrado su Diócesis la Diáspora! y caminaba con más de 100.000 sacerdotes casados por el mundo. Luego siguen sus relatos de viajes y reuniones por el mundo. Además de ejercer juntos la presidencia de la Federación Internacional de Padres Casados organizamos la Federación Latinoamericana.
En su opción de ser Obispo de la Diáspora, se mantuvo junto a todos aquellos que por un motivo u otro eran incomprendidos y perseguidos. Jerónimo fue el único obispo casado que caminó por el mundo con su mujer de la mano y al que los sacerdotes casados se sienten unidos. Su Vida, de Patriota, de Profeta y de Obispo sucesor de los Apóstoles de Jesús, sosteniendo tales responsabilidades hasta el fin de sus horas, lo llevaron a afirmar en sus últimos años ser "el hombre más feliz del Mundo".
El tema del Celibato optativo nunca fue una lucha para reintegrarse al poder sino para integrarse en el Mundo, en el pueblo, en una lucha en lo social, en lo político y en lo religioso.
Su más ardiente Esperanza fue que algún día llegarían a este mundo la Luz y la Libertad.
Jerónimo Podestá falleció el 23 de Junio de 2000. Sus restos fueron velados en el Palacio de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Clelia
18:00hs
Casa Nacional del Bicentenario
Riobamba 985
Estela de Carlotto
Raúl Zaffaroni
Juan Gutiérrez
Clelia Luro
Fabián D’Antonio
entre otros panelistas
Síntesis
El Libro “Jerónimo Obispo: Un hombre entre los hombres” es una Autobiografía.
Cartas, análisis, escritos, conferencias numerosas grabaciones y videos, recogidos durante los 33 años de vida compartida, forman parte de un archivo muy valioso en este libro.
Jerónimo Podestá contaba que mientras conducía rápido en su auto, levantó una polvareda de un camino de tierra sobre dos viejitos que iban caminando. Frenó, dio marcha atrás y les dijo: “-¡Perdónenme por la tierra! Siéntense a la sombra que enseguida vuelvo a buscarlos y los arrimaré las dos leguas que les quedan por delante ¡ya vuelvo!”- Una vez me lo contó así: “,,,a esos dos viejitos los puso Dios en mi camino; porque allí dio un vuelco mi vida y sentí mi vocación sacerdotal…”.
Después de los estudios en el Seminario y de la ordenación sacerdotal, estudió Derecho Canónico en Europa; a su regreso se volcó a la enseñanza y a actividades pastorales en La Plata. Promovido a Obispo por el Papa Juan XXIII a la fabril Diócesis de Avellaneda, entre otras acciones pastorales, aborda la experiencia de “curas obreros”,
En 1966 Jerónimo difunde en varias zonas del país la Encíclica Populorum Progressio, profundamente revolucionaria para aquellos años. Su prédica provoca el nerviosismo del General de turno Juan Carlos Onganía, quien, en combinación con el Nuncio Apostólico consigue hacer que Roma pida su renuncia a la Diócesis de Avellaneda.
En esos difíciles momentos el encuentro con Dom Helder Camara que apoyó nuestra vida juntos marcaría misteriosamente para siempre nuestro camino.
La enorme actualidad de los aportes de Podestá y la huella dejada por su accionar son rescatados en este libro para ponerlos a disposición de las generaciones futuras como contribución a la Construcción Nacional y a la Memoria Colectiva.
Permanentemente les ha escrito a los Papas que se fueron sucediendo durante las diferentes Dictaduras Militares Argentinas expresándoles el dolor que le causaba el silencio cómplice de la Iglesia romana y de muchos obispos y sacerdotes argentinos frente a los horrores y violencia causada por los dictadores al pueblo argentino, haciendo desaparecer a una entera generación.
Su participación en primera persona en la construcción de un movimiento latinoamericano y en particular argentino, en pos de contribuir a la vuelta a la democracia, está documentada, entre otras, con la correspondencia con el General Perón.
Podestá fue un acérrimo defensor de los derechos humanos, no lo acallaron ni las amenazas de muerte, ni la soledad a que lo sometió la mayoría de los Obispos y sacerdotes argentinos, ni su propia familia, ni la suspensión "ad divinis" que le aplicó el Papa Paulo VI y ni siquiera los amargos años del exilio. Su prédica y su testimonio siempre estuvieron presentes.
En 1985 llegó a Ariccia - Roma- al Congreso Internacional de Sacerdotes Casados, que pedían además de un celibato optativo, una Iglesia más abierta al mundo y más fiel al Evangelio. ¡Por fin había encontrado su Diócesis la Diáspora! y caminaba con más de 100.000 sacerdotes casados por el mundo. Luego siguen sus relatos de viajes y reuniones por el mundo. Además de ejercer juntos la presidencia de la Federación Internacional de Padres Casados organizamos la Federación Latinoamericana.
En su opción de ser Obispo de la Diáspora, se mantuvo junto a todos aquellos que por un motivo u otro eran incomprendidos y perseguidos. Jerónimo fue el único obispo casado que caminó por el mundo con su mujer de la mano y al que los sacerdotes casados se sienten unidos. Su Vida, de Patriota, de Profeta y de Obispo sucesor de los Apóstoles de Jesús, sosteniendo tales responsabilidades hasta el fin de sus horas, lo llevaron a afirmar en sus últimos años ser "el hombre más feliz del Mundo".
El tema del Celibato optativo nunca fue una lucha para reintegrarse al poder sino para integrarse en el Mundo, en el pueblo, en una lucha en lo social, en lo político y en lo religioso.
Su más ardiente Esperanza fue que algún día llegarían a este mundo la Luz y la Libertad.
Jerónimo Podestá falleció el 23 de Junio de 2000. Sus restos fueron velados en el Palacio de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Clelia
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